Equipos de Alto Rendimiento

equipos de alto rendimiento

EQUIPOS DE ALTO RENDIMIENTO

Un equipo de alto rendimiento  es un grupo de trabajo cuyas propiedades particulares alcanzan que su desarrollo sea increíble, en el tiempo. Son equipos funcionales, flexibles, caracterizados por exhibir interés por los resultados, en compromiso, con un objetivo común y con una comunicación eficaz entre sus integrantes.

A todos/as nos ha tocado trabajar en equipo en un momento u otro y sabemos lo difícil que puede llegar a ser: falta de comunicación que impide saber qué está haciendo el resto de compañeros/as, roces con alguien con quien no nos ponemos de acuerdo, decisiones tomadas por un/a director/a de proyecto con las que no comulgamos, tareas que se realizan por duplicado por la mala organización… y al final, si se alcanzan los objetivos, la calidad del resultado deja mucho que desear.

Pues bien, existen oasis del trabajo en equipo donde estos problemas no existen y un grupo de personas altamente motivadas y satisfechas consiguen un nivel de resultados excelente. Son los Equipos de Alto Rendimiento (EAR) y las siguientes seis características te van a permitir identificarlos.

1. Tienen un objetivo claro

El primer paso para que un equipo pueda ponerse a trabajar es que tenga un objetivo claro y definido con el que alinearse y hacia el cual enfocarse, y que este sea conocido y compartido por todas las personas que forman el grupo.

Así, cada cual podrá interiorizar la meta y hacerla suya a nivel individual, comprometiéndose a fondo, y podrá evaluar cuáles son las expectativas de su trabajo y cómo puede contribuir con sus habilidades a cumplirlas, optimizando su tiempo y esfuerzo para conseguir los resultados planteados.

2. Son multidisciplinarios, diversos y con los roles definidos

Como si de un motor se tratara, cada persona del grupo representa una pieza única con una función específica que encaja y se complementa con el resto para formar un bloque que los impulse hacia el objetivo.

Por este motivo, estos equipos son multidisciplinarios y cuentan con perfiles diferenciados, con una gran experiencia acumulada que les permite aportar un punto de vista propio que enriquece los procedimientos y el resultado, capaces de dirigir sus esfuerzos a la consecución de unas tareas específicas.

Para evitar enfrentamientos, malas interpretaciones o el solapamiento de funciones, los roles se establecen previamente y se acotan las tareas de cada integrante.

3. Tienen un líder-coach, pero cuentan con mucha autonomía

Estos equipos están formados por profesionales con amplia experiencia, por lo que no necesitan directores/as con grandes conocimientos técnicos que les digan lo que tienen que hacer o les expliquen cómo funcionan las cosas.

Lo que necesitan es alguien que con su conducta y determinación sea capaz de motivar y extraer todo el compromiso, iniciativa y creatividad para maximizar su desempeño individual y su crecimiento, logrando una armonía que contribuya a mejorar la cohesión del grupo y se refleje en un mejor resultado final.

Este liderazgo está basado en la confianza, pues estos equipos están acostumbrado al auto-liderazgo y necesitan sentir cierta autonomía y capacidad de decisión sobre su trabajo para no limitar su margen de maniobra y afectar su compromiso e implicación, trabajando más en círculo y menos en pirámide.

4. Reconocen los logros

Cuando las cosas salen bien y se cumplen los objetivos, en estos equipos se reconoce y recompensa el trabajo bien hecho, tanto a nivel individual como de grupo, y se celebran los éxitos, haciendo que cada integrante sienta que ha contribuido a algo bueno e importante, lo que mejora el clima laboral y la unión del equipo, potenciando la motivación y favoreciendo el entorno de trabajo.

Si, por desgracia, las cosas no salen como se esperaba, no es el fin para estos grupos. Son conscientes de sus capacidades y de que a veces las cosas pueden torcerse. En estos casos se valora el esfuerzo y la dedicación y se analizan los factores que han llevado al fracaso -sin buscar culpables- para aprender de la experiencia y mejorar de cara al futuro. De esta manera se logra mantener la motivación, el compromiso y la cohesión del equipo.

5. Son altamente productivos

Los equipos de alto rendimiento se caracterizan por alcanzar los objetivos y por hacerlo de forma eficaz y eficiente: en los tiempos establecidos, con los recursos previstos, de manera fluida y con una calidad extraordinaria.

Están orientados a la resolución de problemas y gestionan de manera óptima su tiempo, liberándose de tareas improductivas y dedicándose a aquellas actividades de valor para la consecución de los objetivos. Trabajan por proyectos en entornos abiertos y flexibles en los que prima el resultado más que la presencia o las horas de trabajo.

6. Forman una «piña»

En un proyecto en el que se trabaja mano a mano con otras personas en un entorno complejo, a contrarreloj y con recursos limitados, es fácil que puedan surgir situaciones de conflicto.

Para minimizarlas es importante que se consigan establecer vínculos sólidos a través del compromiso, no solo con el trabajo, sino con el equipo, así como un clima de plena confianza y respeto con los/as demás.

Este entorno invita a las personas del equipo a compartir conocimientos y recursos, aprendiendo nuevas técnicas o métodos, y a aportar opiniones, ideas y soluciones, no solamente a sus tareas, sino a los problemas y en las decisiones que se adoptan a nivel general, estableciendo un ambiente de solidaridad y colaboración que promueve el intercambio de ideas que ayudan a encontrar nuevas soluciones creativas e innovadoras, gracias también a una comunicación efectiva y un intercambio ágil de la información.

 

Los equipos de alto rendimiento son aquellos que están diseñados para ofrecer un rendimiento óptimo y eficiente en cualquier tarea que se les asigne. Estos equipos suelen ser utilizados en entornos profesionales donde es necesario contar con herramientas de alta calidad y capacidad para poder realizar trabajos de manera rápida y precisa.

Los equipos de alto rendimiento suelen ser costosos debido a la calidad y cantidad de tecnología que incorporan. Sin embargo, a menudo se justifica el coste a largo plazo debido a la mayor productividad y eficiencia que proporcionan. Algunos ejemplos de equipos de alto rendimiento son las computadoras de alto rendimiento, los servidores de alta capacidad y las impresoras de gran velocidad.

Los equipos de alto rendimiento también suelen ser utilizados en aplicaciones de alta exigencia, como la ciencia de datos, el análisis financiero y la ingeniería. En estos casos, se requiere un rendimiento sostenido y preciso para poder realizar cálculos y procesamientos de gran complejidad.

En resumen, los equipos de alto rendimiento son herramientas de alta calidad y capacidad diseñadas para ofrecer un rendimiento óptimo y eficiente en cualquier tarea. En Brandty boutique especializada en selección de personal en Alicante te ayudamos a conseguir tu equipo de alto rendimiento. Aunque son costosos, a menudo se justifica el coste a largo plazo debido a la mayor productividad y eficiencia que proporcionan.

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